CAMBIAR
Recuerdo que hace mucho tiempo, cuando a penas era una adolescente una persona me dijo: no cambies ¡nunca!. Esa frase la repasé varias veces antes de olvidarla en aquel momento, porque en lo más profundo de mis ser no resonaba bien. Años más tarde, esas palabras regresaron a mi presente para recordarme que sí había cambiado y que estaba bien hacerlo. Y es que todo cambia, así como lo hace el cielo y la tierra, también lo hacen los animales y nosotros los humanos. Si no cambia